CAPITULO 1 Cuando finalmente se encontraron, hacía meses que se regalaban halagos de todos los colores. Se habían soñado, deseado, inspirado. Ya no quedaban palabras por desnudar, momentos del día por compartir. Ya habían superpuesto destinos. Ya habían sembrado el futuro de sus próximas generaciones. Él fue haciendo un trabajo minucioso, paciente, zen que ella jamás podría haber llevado adelante por la urgencia con la que definía todo en su vida. Todo lo que siguió fue a merced de los tiempo de él, lo que hizo inevitable y no perecedero lo que poco a poco se fue gestando. Fue entrando esquivo, esquivando las ideas prefabricadas de ella. Carrera de obstáculos hasta su inconsciente, lugar seguro. - Si logro que me sueñes, ya está- le dijo. Y pidió respuestas a preguntas embusteras. Ella, aún avisada, volvió a caer: no solo lo soñó. Se lo contó. Él le advirtió: - No te enamores de mi. Vas a sufrir. ¿Alguna vez saliste con un gordo, borracho y adicto? Ella dijo, no. - Pero tampoco con alg
Blog de Sofía Ferrero Cárrega, de Argentina. Crítica de cine