A mediados de los 90, el cine surcoreano comienza a tener cierta relevancia en el panorama internacional gracias a la convergencia de varios factores. La salida definitiva del extenso letargo dictatorial, importantes inversiones en la industria cinematográfica de grandes marcas surcoreanas, y varios años de libertad de expresión, repercuten directamente en la mejora de la calidad cinematográfica, en el reconocimiento internacional y el interés creciente por las producciones realizadas en el país. En este contexto nace, en 1996, el Festival de Cine de Pusán (hoy el más prestigioso de la región) y, con él, el Plan de Promoción del Cine Asiático. Es en el año 97, cuando en el marco del festival se proyecta una retrospectiva sobre uno de los grandes directores del cine coreano, Kim Ki-young, con especial énfasis en su película más conocida: The Housemaid (1960). Más tarde será la World Cinema Foundation, presidida por Martin Scorsese, la que restaura y reedita la versión en...
Blog de Sofía Ferrero Cárrega, de Argentina. Crítica de cine