Una
mañana del año pasado tenía este mensaje
en mi bandeja de entrada:
Hola
Sofía,
Mi nombre es Colin Marshall. Produzco y
conduzco Cuadernos sobre ciudades y
Cultura, un podcast del periódico The
Guardian, dedicado a conversaciones en profundidad con creadores y
observadores, sobre el trabajo que realizan y las ciudades del mundo en donde lo
hacen. Te escribo porque pronto iré a Corea
para grabar entrevistas en idioma Inglés para el show, y después de haber
disfrutado de tu escritura sobre cine (me gusta leer sobre Asia en español, por
alguna razón), estoy muy interesado en invitarte a participar. Si esto suena
posible y atractivo, por favor házmelo saber.
Gracias,
Colin
Finalmente
nos encontramos durante el verano 2014 en Busan, la ciudad donde vivo en Corea
del Sur, el mismo día de la final de la Copa Mundial de fútbol, jugada por
Alemania y Argentina, mi país. Fue un placer hablar con él y gracias a sus
preguntas pude poner en orden ideas y pensamientos sobre esta experiencia que
lleva ya dos años y medio.
La entrevista original fue publicada como un
podcast y esta es la transcripción y traducción de aquella. Vale la pena
investigar el trabajo de Colin Marshall, un periodista brillante que colabora con
The Guardian, entre otras
publicaciones. En su web personal está todo su trabajo. Tiene una gran cantidad
de artículos e información sobre libros, entrevistas y viajes, países y
películas. Por lo tanto, todo lo que amamos.
- Si alguien está interesado en el cine coreano y es por eso que se
traslada a Corea, ¿le recomendarías vivir aquí en Busan?
- No. Por supuesto que depende de cuáles son las expectativas que
tiene. Por ejemplo, mi máximo sueño era trabajar en el Festival
Internacional de Cine de Busan (BIFF). Que en
realidad no ha sido una opción porque aceptan extranjeros pero con un nivel muy
alto en coreano. Y
también una vez que conocí el tipo de trabajo y actividad que tienen durante el
año y especialmente durante el festival ¡No quise trabajar en el BIFF! Por
supuesto que si hubiera tenido la posibilidad la habría tomado pero la verdad
es que es un festival tan grande que las personas que trabajan allí no pueden
disfrutar en absoluto del festival. Durante los diez días que dura, practicamente
no duermen y ni hablar de ver películas o poder asistir a eventos. Cuando me mudé aquí llegué como estudiante de coreano en una
universidad y luego busqué un trabajo. Para
este tipo de estilo de vida Busan es probablemente mejor, menos estresante, más
fácil de adaptarse que Seúl y por supuesto está la playa y el clima que es
maravilloso. El clima de Seúl es cruel, no es un tema menor: en verano es muy
caluroso y húmedo y por supuesto es temporada de lluvias, y en invierno nieva
mucho y la ciudad está cubierta de hielo. Así que
para el día a día, en mi opinión Busán es mucho mejor. Pero la
verdad es que todo está en Seúl. Así que
probablemente tendría más oportunidades de conocer a personas relacionadas con
la industria del cine en Seúl.
- Estamos hablando con alguien que tiene
mucha experiencia escribiendo sobre cine coreano, viendo películas coreanas,
pensando en sobre ellas. Sofía
Ferrero Cárrega, ella es crítica de cine y periodista.
Así
que dime, ¿qué era tan atractivo sobre el BIFF?
- BIFF es el festival de cine más grande e influyente de cine de
Asia y, por tanto, uno de los más importantes del mundo. Todos
los involucrados en la industria del cine vienen: programadores de Cannes
(Francia), San Sebastián (España), Mar del Plata (Argentina), Locarno (Italia),
etc.
Pero a pesar de ser tan grande, es un festival muy accesible. Las
fiestas y las reuniones sociales en la cultura coreana son cruciales para hacer
contactos y para que la gente te tome en serio. En los festivales europeos por lo general los eventos
tienen jerarquías y dependiendo del tipo de acreditación de la que dispongas,
puedes acceder según a qué cosas. En
Corea no funciona así. El BIFF es un gran festival pero no
es elitista entonce la posibilidad de tener una conversación con Park
Chan-wook, Kim Ki-duk o cualquiera de los jurados, programadores, actores y
directores. Por lo que es una vivencia muy mágica y llena de este tipo de
eventos que hacen que su experiencia exponencialmente mucho fructífera y, por
supuesto, nuestro ser cinéfilo está en éxtasis.
Por ejemplo, en 2013 Quentin Tarantino de repente decidió asistir
al festival porque es un gran fan del BIFF pero nunca había tenido la
posibilidad. Al venir como asistente y no como invitado no dio entrevistas
pero sí fue lo suficientemente generoso como para hacer una charla abierta con eldirector coreano Bong Jun-ho sobre cine y la cinematografía de cada uno.
- Sobre todo si eres extranjero los
coreanos parecen estar ansiosos de tener contacto con el mundo fuera de Corea.
- Bueno, depende. Yo
he tenido diferentes experiencias. Hace dos años que quiero entrevistar a este actor y porque solicito esta reunión a través de
un correo electrónico escrito en inglés, supongo, nunca me contestan. Pero la
atención de este actor se centra sobre todo en el público asiático, así que
todo lo que no esté dirigido a promoverlo en asia parece no interesarles.
A su vez también he tenido la experiencia contraria. También en 2013,
pedí entrevistar al director Bong Jun-ho (Memories
of Murder, Madre, Snowpiercer) y el agente de prensa dijo que sí de
inmediato. Organizaron todo, incluso el traductor y tuvimos la entrevista en
una cafetería durante el BIFF. Cuando vi la manera en la que se maneja su staff
entendí por qué él es una figura internacional. Porque estar disponible es también lo que los hace
relevantes: ser accesible, abierto, estar dispuesto
a hablar de su trabajo, ayudarnos a sentirnos más cerca de ellos. De lo contrario, ¿cómo los conoceríamos
nosotros en Occidente?
- No hay mucho escrito sobre películas coreanas
en español, ¿verdad?
- No hay. Todo el mundo puede escribir, pero no todo el mundo sabe. Con
esto no estoy diciendo que yo sé lo que estoy diciendo, pero antes tú me
preguntaste por qué me mudé a Corea: una vez que te enamoras de esta cultura en
algún momento llegas a entender que si no estás aquí nunca serás capaz de
entender algo sobre ella. Por supuesto que siendo oocidental mi visión estará tamizada por
valores eurocéntricos pero yo siempre trato de, al menos, ser conscientes de
los prejuicios que conlleva la lectura de una cultura desde una cultura
totalmente diferente a la nuestra. Es por eso que vine aquí en primer lugar.
- ¿Cuál fue su primer encuentro con el cine
coreano o la cultura coreana de cualquier tipo?
- Soy de Argentina y después de concluir mi carrera universitaria
me trasladé a Barcelona, España, para estudiar una Diplomatura en Crítica de
cine. Uno de las materias que transitamos fue Cine Asiático. Esto
fue en el 2009, cuando los nuevos directores coreanos estaban teniendo éxito
rotundo en festivales europeos (Bong Jun-ho, Park Chan-wook, Kim Ji-woon, Lee
Chang-dong, Hong Sang-soo, etc.). Aquí
conocerás gente que vino a Corea porque aman el kpop (pop coreano) o los doramas
(series de televisión coreanas) y que conocen a todas las celebridades. Mi primer
encuentro con la cultura coreana fue a través del estudio de sus películas con
la ayuda de grandes profesores como Manu Yañez. Así que
tuve la suerte de haber tenido su punto de vista, sus ojos a través de los
primeros pasos de este recorrido. Son precisamente esos primeros visionados los
que tienen un impacto fundamental cuando estamos hablando de entrar en contacto
con la cinematografía de otro país. De acuerdo con lo que se ve primero es
fácil hacerse una idea equivocada o simplemente no entender lo que se está
viendo. Al mismo tiempo, la cultura coreana no es muy atractiva en un
primer encuentro.
- ¿Cuáles
fueron las primeras impresiones?
- Bueno, por ejemplo Hong Sang-soo es mi director favorito.
- El mío también.
- Él es muy interesante, pero entender sus temas y el tono en el
que cuenta sus historias y de qué está hablando lleva ver al menos 5 o 6 de sus
películas para llegar a descifrar su sentido del humor. Requiere esfuerzo y
paciencia. Como descubrir cualquier cultura.
Así que mi primer encuentro con la cultura coreana fue a través
del cine, después probé la comida coreana por primera vez en Barcelona.
- ¿Crees que en Buenos Aires hay ningún
restaurantes coreanos?
- Probablemente existen pero no es un tipo de comida muy atractiva
como puede ser la china o la japonesa. Es muy diferente y las diferencias entre
los platos son muy sutiles. A veces vamos a un restaurante con amigos coreanos
y yo digo: ¡Este kimchi chigué está
exquisito! Ellos me corrigen: esto no es kimchi
chigué. ¿Ves? Tiene brotes de soja. El Kimchi chigué no. Así que es en los pequeños detalles donde se puede encontrar
la variedad. Y esa es otra cosa que me gusta. Es
necesario prestar atención.
-
Así que para ti fue en Barcelona donde pudiste tener exposición a la cultura
coreana. Antes de venir aquí hacía cinco años que vivías en Europa, ¿un paso
que quizá hizo que tu decisión de venir a Corea fuera más fácil?
- Sí, definitivamente.
- ¿Cómo fue la decisión de trasladarse a
Corea? Desde tu primer encuentro con el cine coreano empezaste a
considerar que tal vez deberías trasladarse aquí .... o fue más bien una cosa
repentina, como tratando de decidir a dónde ir después.¿ Fue gradul
o repentina la decisión?
- Si lo pienso ahora que lo mencionas fue poco a poco. Primero empecé
a aprender sobre el cine; entonces decidimos escribir un libro acerca de los
directores coreanos contemporáneos con otros dos críticos; luego empecé a
aprender el idioma y llegó un momento en el que no tuve otra opción, en
realidad. Necesitaba venir aquí. Tenía
que estar aquí. Al igual que cualquier pasión: en algún momento no se puede
elegir. No es algo que se puede experimentar fuera del país. Estudié
coreano durante 2 años antes de venir aquí y cuando llegué no entendía una
palabra. Fue muy frustrante. Aprender
coreano antes de venir aquí fue una gran ayuda para ponerme con la cultura y
evitar un gran choque cultural pero el idioma pude aprenderlo una vez estando
aquí.
- En España, ¿Quiénes eran las otras
personas que aprendían coreano con usted?
- Eran todos de España menos una amiga de Ecuador. Casi todas ellas habían
estado estudiando japonés antes del coreano, que es en realidad lo que suele
suceder: comienza por un interés por la cultura japonesa, el manga, la música. Aprenden
el idioma y luego su interés se expande a Corea (que durante los últimos años
ha sido más notables debido a un desarrollo vertiginoso de la industria del entretenimiento). A su vez la
gramática es la misma que la del japonés por lo que estaban familiarizadas con
ella. Para mí fue muy difícil, yo dudaba de mi inteligencia cada clase. ¿Por
qué están entendiendo y yo no?!
Cuando llegué aquí comencé desde segundo nivel, que es muy básico
en comparación con todo lo que ya había estudiado, pero la verdad era no podía
entender cuando me hablaban en coreano. Todavía
recuerdo la satisfacción que sentí cuando finalmente experimenté esa magia que
sucede dentro del aula: todos nos comunicabaamos en coreano y entendiamos todo
lo que la profesora decía. Pero solo la profesora. Fuera de clase... era otra
historia. En una de mis clases en un momento éramos de siete países diferentes,
así que el coreano era la única lengua
que teníamos en común.
- Como yo no vivo aquí, todo lo que tengo
son las películas coreanas. Algunas películas entiendo todo lo que están
diciendo, como las del director Hong Sang-soo. Otras películas,
películas similares tal vez o que parecen más sencillas no consigo entender. ¿Has
tenido esa experiencia?
- Tal vez sea porque los films de Hong Sang-soo son acerca de encuentros
esporádicos y protocolos sociales, de modo que los diálogos que oímos son,
probablemente, las fórmulas que aprendemos en clase. Son conversaciones
ligeras o saludos. Y siempre están hablando de la mismo y en situaciones muy
similares. Otras películas pueden parecer más simples, pero son más difíciles
de entender porque tienen conversaciones profundas.
- En otro país, su película
donde Isabelle Hupert hace de una mujer que viene sola a Corea. Esa situación
de una mujer extranjera sola en un contexto
coreano. ¿Puedes sentirte identificada con ese tipo de situaciones?
- Sí ... a veces hago un esfuerzo para no olvidar dónde estoy. Como cuando viajo en avión
que trato de estar en contacto con la primera emoción que se siente cuando uno toma
un avión por primera vez en la vida: la adrenalina, el miedo/felicidad. No quiero
convertirme en esas personas que se acostumbran a los privilegios. Sentadas en
el avión, leyendo una revista, sin emoción alguna, como ajenos al momento en el
que están. Realmente trato de mantener eso conmigo y en Corea es lo mismo. Es
fácil acostumbrarse a ser la única mujer, o el único extranjero, el único
blanco entre coreanos.
- Es una ventaja estar fuera de la
sociedad, de la cultura. Tienes
la oportunidad de tener una perspectiva clara, te da algún tipo de distancias
que te hace entender la cultura de una manera diferente en la que los coreanos
pueden.
- Sí, pero siempre me siento muy celosa de su historia, su bagage,
las palabras intraducibles debido al hecho de que tienen una historia de 5,000
años. Tienen ese profundo sentido de la historia. En América Latina
estamos construyendo lazos. No teníamos esa sensación de unidad o raíces. Es por
eso que tenemos el tango, porque nos falta la historia, tenemos la melancolía
por algo que no recordamos que falta. Pero sí me siento afortunada de poder estar en contacto con
una cultura tan diferente y de poder elegir los aspectos que quiero rescatar y
adoptar.
- Me da la sensación de que a menudo los
coreanos están preocupados por conectarse a sí mismos con esa herencia, esa
historia.
- Se puede ver que en la televisión y las películas. El año
pasado fueron un éxito los dramas situados en la dinastía Joseon. Al
mismo tiempo, los coreanos pueden ser conservadores ya que sienten que necesitan
proteger su cultura y es comprensible, por supuesto. Es muy
complicado de leer desde fuera de Corea. En Occidente tenemos todas
estas palabras: racismo, discriminación, mente cerrada, sexismo, pero no se
pueden utilizar ligeramente aquí.
- Es cierto. Venimos
de sociedades en las que las relaciones raciales son más complicadas. Como me
explicaba un amigo coreano que vive en EE.UU. desde hace más de 20 años. Él
siempre está luchando con la mentalidad de Corea. Él
dice: los coreanos siempre se quejan de que los americanos son tan racistas
cuando ven algunas noticias sobre este tipo de problemas, pero en Corea no hay ninguna
otra raza, por lo que ni siquiera se enfrentan a esa cuestión. Hasta
que comience la diversificación, como ahora.
- Sí. Está sucediendo y está trayendo algunos cambios y confrontaciones. Recuerdo
estar viendo un programa de televisión que se llama Nosotros nos hemos casamos. Este
programa es un reality show en el que
dos personajes famosos se casan. Comparten
una casa, hacen actividades juntos, etc. Es muy extraño pero es divertido y te
engancha. La idea es ver cómo estas dos personas se enamoran en frente de la
cámara, por supuesto de manera platónica. Una de
las parejas era una actriz coreana con un actor/modelo cuya madre es coreana y
el padre es francés. Él, criado en Francia decía que quería colaborar en el trabajo
doméstico. Ella se puso muy seria y dijo: “vamos a ver si eso es bueno para mí.” Eso fue
muy esclarecedor para mí que vengo de estudios feministas. Pero no hace falta
tener una visión formada de género, simplemente con haber sido criados en
occidente, como Julien, el modelo que mencionó esto, podríamos leer este
comportamiento como anticuado o sexista.
Sin embargo, en la cultura coreana la casa es el lugar de poder de las
mujeres. Ellas gobiernan allí. La
educación de sus hijos también está en manos de las mujeres.
- Fue interesante para mí ver en el metro
de Seúl publicidad de agencias matrimoniales cuyo slogan era: No espere para casarse. ¡Podemos ayudarlo
a casarse ahora! Incluso
en conversaciones que he tenido aquí en Corea, en comparación con los Estados
Unidos, hablan de matrimonio muy a menudo. Me
pongo a pensar ¿Por qué se habla tanto sobre este tema? En los Estados Unidos
el matrimonio existe por supuesto pero no es el centro de todo. ¿Qué opinión
tienes sobre esto?
- Aquí estar casado da un estatus en la sociedad. Una
gran cantidad de personas se casan porque deben hacerlo, porque ya tienen una
edad en la que debería hacerlo y si no lo hacen pierden poder. Hay algo muy
común aquí se llama soguetting, que es una cita a ciegas: alguien te presenta a alguien que
conocen y piensan que los dos pueden llevarse bien. He conocido a muchas personas
que se casaron tras salir juntos durante 3 meses o menos. Y sobre
la persona que los presenta cae una gran responsabilidad. Es
alguien que se arriesga y se responsabiliza por esa reunión. Y muchas de esas
reuniones resultan en matrimonios.
- En cuánto a ver películas, ¿Te ayudado a
entender otras partes de la sociedad coreana? ¿Has
aprendido cosas que te han ayudado a entender cómo funcionan las cosas aquí?
- En realidad no. No. Es lo mismo que tratar de entender la cultura norteamericana a
través de Hollywood. En un sentido se puede dilucidar un tono, una imagen de la
sociedad y de algunos comportamientos o rituales, pero la vida cotidiana es
diferente. Hong Sang-soo es el director más preciso si hablamos de una parte
muy pequeña de la sociedad coreana reflejada en las películas. Antes de venir a Corea escribimos el libro que mencioné
antes y yo me dediqué, entre otras cosas a analizar su obra, pero cuando llegué aquí realmente lo entendí. Pude
ver por qué nacieron esas películas.
- ¿Cuánto tiempo te tomó desde que llegaste
a Corea poder hacer esas relaciones, verte en situaciones que ya habías visto
en películas de HSS?
- ¡Tomó muy poco tiempo! Debido
a que, como ya mencionamos, sus películas son acerca de los comportamientos sociales
en situaciones como reuniones, saludos, primeros encuentros, etc., que son las
primeras situaciones en las que te encuentras cuando eres nueva en un sitio y
todo el tiempo estás conociendo personas diferentes.
- También es llamativo cómo aquí no existe
un límite claro que divide una reunión de la siguiente. Si te
juntas con gente a una hora, después otras personas vendrán y eso desembocará
en otra cosa, sin problemas. Y uno tiene
que fluir en ese ritmo. Uno puede reunirse con alguien a las seis de la tarde pero
no sabes lo que sucederá ocho horas a partir de entonces. El
grupo puede cambiar y pudes terminar con un grupo completamente diferente al original. En
Estados Unidos es muy diferente. Si tienes
una cita a las 6, para las 9 seguramente
estarás libre. ¿Cómo es en Argentina?
- Muy similar a tu cultura. De hecho una amiga tuvo serios
problemas por esta diferencia cultural. Al principio ella cometía el mismo
error frecuentemente: tenía tres citas diferentes en la misma noche y sólo podía
llegar a la primera.
-
¿Cuándo fue la primera vez que participaste en un festival de cine de Corea?
- En realidad me tomó bastante tiempo. No fue inmediato a mi
llegada porque llegué aquí en noviembre y durante el invierno no hay festivales
así que tuve el tiempo para prepararme e ir a Jeonju en mayo, la cual fue una
experiencia mágica. También fue la primera vez que viajé en Corea. Fui sola y allí
conocí a los que se convirtieron en mis amigos más cercanos ahora. Así que
Jeonju es un festival muy especial para mí.
- Jeonju no es una gran ciudad, pero es muy
conocida por tener muy buena comida y por su festival. Ya que has ido por tres
años consecutivos, ¿Qué tiene de especial el JIFF (Festival Internacional de
Cine de Jeonju)?
- JIFF es un festival de cine independiente. Muestran
películas pequeñas y primeras o segundas obras. A su vez son muy celosos y protectores con los
talentos que JIFF reconocen primero. Así que
muchos de los directores que ganan el Gran Premio del jurado, más adelante
están invitados a participar en el Jeonju
Digital Project, que es exhibido en los principales festivales del mundo. Recuerdo
que cuando vivía en Barcelona pude ver algunas de esas películas en el (extinguido
) Festival de Cine Asiático de Barcelona.
-¿Cuáles son algunos de los festivales más
pequeños a los que has ido aquí?
- Me encanta el Festival de mujeres de Seúl. Es un festival muy
especial y militante que reconoce la
importancia de las películas fuera de la industria. Conectan
las películas con valores políticos y su papel de denuncia y la militancia. Devuelve
a las películas a su contexto de producción. Las películas son cultura, las
películas se hacen en un contexto específico, por diversas razones. A veces
se proyectan películas que per se no son
buenas pero están seguidos por una mesa redonda donde se tratan temas
importantes relacionados con la mujer, su realidad en el mundo y en la
actualidad y tiene importantísimos invitados, no solo actores y directores sino
escritoras, filósofas.
- La parte atractiva de los festivales es
que las personas involucradas en hacer películas estarán allí. Podemos
decir que los festivales de cine dan el contexto, ¿no? Es como
comer comida coreana en otros países. Puede
hacerlo, pero no se tiene el contexto. Por eso supongo que ver películas en un
festival de cine no será lo mismo que ver la misma película en un teatro en
algún lugar en una noche aleatoria tal vez.
- Es una muy buena observación la que estás haciendo. Tú sabes que
en abril 2014 tuvimos esta gran catástrofe del Sewo, el ferry que se hundió
donde más de 300 estudiantes de escuela se ahogaron.
El primer año que empecé a ir a festivales en Corea fue en 2013,
un año antes de esta catástrofe. Por eso pude comparar ambas experiencias. El
JIFF es en mayo, y en 2014 fue tres semanas después del Sewol. Cuando esta
catástrofe se produjo no sólo el ambiente, la atmósfera era triste y lúgubre sino
que coincidió con que las películas que se mostraron también lo eran, lo cual
es una coincidencia muy interesante porque las películas proyectadas en un
festival se realizan al año anterior, es decir durante 2013. Debido a que todo
el país estaba de luto todas las actividades no relacionadas con películas
fueron suspendidas. Así que no hubo eventos, conciertos, actividades al exterior, nada
que no fueran proyecciones.
- Yo planeé este viaje a Corea antes del Sewol. Eso no iba
a hacer que no viniera pero algunos
amigos coreanos me dijeron: ¡Oh, es una lástima que vayas ahora porque Corea no
será tan alegre como suele serlo y el estado de ánimo de la gente va a estar muy
abajo. Yo no puedo comparar porque es mi primer viaje aquí, pero ¿Dirías que
los efectos duran después de casi tres meses? ¿Sientes
que Corea aún no está en su nivel usual de emoción?
Por lo general, Corea es muy dinámica y alegre. Yo vivo
entre dos universidades y la zona está llena de bares, restaurantes, tiendas
con música a todo volumen. Cuando el Sewol, todo se silenció de golpe. No había
música, ni luces, ni alegría. Todos los exámenes fueron cancelados, los viajes escolares, los
eventos, los programas de entretenimiento, las series, todo excepto los
noticieros. No se estrenaron películas, ni discos, ni se realizaron conciertos. En
Corea la industria cultural es enorme y los espectáculos musicales, los lanzamientos
de discos y los debuts de los cantantes son importantes. Es una parte
importante de la economía también, así que decir esto es decir mucho. Nada
durante dos mes. El primer gran evento es la copa del mundo y todo el mundo está
siendo muy cautelosos al respecto.
- Con lo único con lo que puedo comparar el
Sewol es con el 9/11. Sin embargo no se me ocurren eventos a gran escala
cancelados el día del ataque. Yo vivo en Washington que está a miles de kilómetros
de distancia de Nueva York. Nunca hubo una sensación de que podríamos haber
estado allí, porque está tan lejos. En
Estados Unidos no sentimos al país como una familia mientras aquí un coreano
puede imaginarse a sí mismo en el lugar de otra persona.No sé cómo es en la Argentina en cuanto a la cercanía del
propio país.
- En Argentina tenemos un sentido de solidaridad muy fuerte,
porque para empezar hicimos el país. Y hemos
estado en continuas crisis económicas y políticas por lo que si no nos ayudábamos
entre nosotros no teníamos nada. Aquí en Corea la gran diferencia es la
cultura: el confucianismo se rigen por un sistema de jerarquías. Así que
si tú eres mayor que yo, o si has empezado a trabajar en un lugar antes de mi,
o si estás en una posición más alta que yo, debo tratarte con respeto. A su vez
tú tienes una gran responsabilidad hacia mí: eres responsable por mí, debes enseñarme cómo hacer
las cosas bien. Uno de los saludos que dices cuando conoces a alguien con mayor
jerarquía es : por favor, cuide bien de
mí.
Uno de los comentarios que se escucharon inmediatamente después del
Sewol de parte de las personas que tienen la misma edad del capitán del ferry
fue: lo sentimos mucho. Perdonennós. Lamentamos no haberte
podido protegerlos. Lamentamos que uno de
nosotros te haya dejado morir. Puedes
leer esto en los sitios que se han armado en diferentes lugares para recordar a
los fallecidos.
El capitán es responsable de la tripulación y los pasajeros; la
tripulación se encarga de los pasajeros; el capitán y la tripulación abandonaron
el barco y dejar que morir a los pasajeros.
Así que las personas mayores de la misma generación, que han
aprendido lo mismo, a los que se les han enseñado los mismos valores, sienten
que ellos también dejaron que esos chicos se murieran. A su vez los estudiantes
de la misma edad de las víctimas sientes que ellos también podrían haber
muerto.
Esto también dejó en evidencia la precaridad del sistema de
seguridad en Corea, que es frágil y anticuado. Corea se convirtió en El tigre de Asia en un tiempo muy corto, dejando mucho librado a
la suerte. La seguridad siendo una de esas cosas. Ese días las condiciones
climáticas eran inapropiadas para zarpar pero sin embrago el Sewol fue el único
al que se le permitió dejar el puerto llevando 3 veces la carga
permitida; etc ect.
- Así que cuando escribes sobre películas
coreanas ¿Buscas conectar el texto con temas sociales o problemas de contexto
como decíamos antes, las complicaciones de la cultura coreana hoy?
- Por supuesto.
- ¿Y es siempre posible?
- Si no es posible no escribo sobre ello. Es por
eso que me gusta escribir sobre los festivales de cine porque puedo ver 10 o 20
películas y tener una idea general, un amplio espectro de la situación. Yo no
encuentro ningún interés en escribir sobre una película, sólo la película, el
director, los actores, la historia. Una de
las razones por las que me olvido los nombres de actores y directores.
- Me
da la sensación de que las películas coreanas están dispuestas a criticar su
sociedad y en un sentido siento que Corea tiene más películas que desean
discutir o al menos hacer comentarios acerca de las cuestiones sociales.
- Por lo general, las
películas independientes son muy duras con la sociedad coreana. El año
pasado, una de las mejores películas que se han estrenado y que ganó el gran
premio en el Festival de Cine de Busan y en otros festivales internacionales de
cine fue Han Wong-ju, que es el nombre de la protagonista, pero que
también significa princesa coreana. Es sobre un hecho terrible, la historia real de una estudiante y su amiga y cómo reacciona la
sociedad ante eso. Es una obra maestra, muy bien realizada pero dura de ver y
ayuda a entender mucho sobre la forma de pensar y actuar de los coreanos. En occidente
esta película no se podría hacer.
- He oído que Hong Sang-soo es muy difícil de entrevistar. ¿Has
tenido la oportunidad de conocerlo?
- ¡No! Yo aún no he podido. Creo
que tal vez él no quiere que me haga un personaje de sí mismo. Ttal vez
él considera que no hay nada para decir acerca de él, que las películas hablan
por sí mismas. Y tendría razón. He leído una entrevista y fue muy esclarecedora. Fue
para el Cahiers du Cinema. Y fue
suficiente para mí. No quiero leer nada más sobre él en realidad. A veces
tenemos tanta información sobre todo, que no se nos permite tener un verdadero
primer encuentro con las cosas.
- Esto es algo que has mencionado antes,
cuando escribis sobre una película nunca lees acerca de la película antes y lo
mismo ocurrió cuando llegaste a Corea. Has dicho que no leíste libros sobre
Corea hasta que habías pasado suficiente tiempo aquí. ¿Cuánto
tiempo necesitaste hasta poder leer un libro de forma segura sin que esa
lectura contaminara tu experiencia?
- Un año y medio.
- Y cuando leiste lo primero fue Los coreanos de Michael Breen, que estuvo en este show hace poco también. ¿Cómo
se sintió leer finalmente sobre Corea?
- Antes de venir aquí estudié mucho sobre películas, como hemos
mencionado y que, por supuesto, conduce a la cultura de contexto por supuesto. Yo ya
había leído sobre la historia y la cultura. Lo que
yo no quería hacer era leer acerca de la experiencia de otros extranjeros
viviendo en país.
Lo que aprecio de ese libro es que el autor habló con mucha gente,
incluyendo coreanos que han tenido exposición prolongada a la cultura
occidental y pueden sentir las diferencias o directamente coreanos nacidos en
otros países y que de adultos se instalaron en Corea. No es un libro sobre la
experiencia personal del autor después de vivir aquí por más de 10 años. Es una
perspectiva colectiva.
- Tú
escribes en español sobre películas y cultura coreanas así que tienes una idea
de lo que ecesita ser explicada a un público lector español. ¿Consideras que es
diferente a la información que debes brindarla a un lector de habla ingesa?
- Tengo que estar pendiente, porque me he acostumbrado y familiarizado
mucho a CoreaEn Estados Unidos tienen mucho más contacto con Corea, en el
sentido en el que todo el mundo sabe el nombre de alguna comida coreana, por
ejemplo. En Argentina, por ejemplo, no. Por ejemplo, cuando subo alguna foto a
las redes sociales y escribo: disfrutando del delicioso Makkoli! Que es un vino blanco muy denso de arroz que en algunos lugares se vende saborizado: nosotros hoy bebimos Makkoli
té verde y Makkoli de nuez pero sin embargo no es exactamente un vino. Pero es
mejor decir vino y no que el que ve las fotos crea que estamos bebiendo leche
con alcohol! Pero la verdad es que la mayoría de las cosas no tienen
traducción. No tenemos forma de relacionar esta comida con algo que hemos
visto o probado nunca antes así que al final las explicaciones son sólo una
forma educada para tratar de incluir a todos en la experiencia. El vocabulario no está allí.
- Entonces, ¿Crees que la cultura coreana debe
ser experimentada de primera mano?
- Yo creo que sí, porque no es una cultura muy accesible como es la
cultura japonesa. Podemos explicar
la comida y nos daríamos una idea: arroz, pescado crudo, carne, salsa y los
aromas y sabores son amables a un paladar occidental. Pero si describimos la cocina coreana no
suena interesante o deliciosa.
- Y después de haber vivido aquí durante
algún tiempo ¿Cuáles lo que son las cosas coreanas de las que no puedes
prescindir?
- Corea te cambia profundamente. Por
supuesto que he tenido choque cultural al llegar aquí, pero creo que volver a
casa será el mayor choque cultural. El
respeto, lo seguro que es el país.
En Argentina se habla mucho y tener una personalidad y opiniones fuertes es muy
valorado. Aquí es lo opuesto a mi personalidad latinoamericano medio-italiano-medio-española.
La música coreana. Desde hace algunos ños conforma el 90% de lo que escucho. Y la
comida coreana. Cada día cocino o
consumo algún plato local, por lo que probablemente los sabores serán una parte
importante de lo que voy a extrañar. Hay
algunas tiendas asiáticas en mi ciudad, Córdoba, pero no creo que haya ningún
restaurante coreano. La
- ¿Últimas recomendaciones?
- Sí. Vengan a
Corea. Disfruten de este país
único y de su cultura. ¡Vale la
pena!
- Muchas gracias por compartir tus opiniones
con nosotros. Hemos estado hablando con Sofía Ferrero Cárrega, crítica de cine
especializada en cine coreano y que vive en Corea. Sofía, si alguien quiere leer su trabajo, ¿dDónde pueden hacerlo?
- Mi sitio web personal es www.sofiabari.com.ar y publicar también en un sitio web español
llamado www.acuartaparede.com , un lugar muy interesante para leer sobre
cine, festivales, entrevistas. Es
un honor para mí escribir allí, así que si tienes la oportunidad, ¡léannos!
Esta
es la transcripción y traducción de esa entrevita de más de una hora.
Comentarios
en aquel país,me resultó muy interesante!.
felicitaciones!!