Un libro es como una casa: tiene cuatro
paredes, un piso y un techo.
Y una tienda de libros es para Florence Green, la protagonista de La
librería, el lugar donde quiere vivir, su hogar.
La última película de la directora catalana Isabel Coixet está
filmada fuera de España como es habitual en sus anteriores trabajos. En este
caso en Irlanda, en un pueblo imaginario donde la protagonista, Florence Green,
sueña con abrir una librería. Y así lo hará.
El film es una adaptación de la novela homónima de Penélope
Fitzgerald y, según la directora, una versión un poco más amable que la
original. No es dato menor que la película haya ganado los premios Goya a mejor
guion y mejor dirección.
Tiene sentido y mucho.
Tiene sentido y mucho.
Elegante, precisa y conmovedora, La librería sigue la tradición de
las películas más completas de la directora que conforman una extensa
filmografía que se empieza a disfrutar desde el momento en el que aprendemos
los nombres de algunos de sus films: Demasiado viejo para morir joven (1989), Mi
vida sin mí (2003), La vida secreta de las palabras (2005), Mapa de los sonidos
de Tokio (2009), Nadie quiere la noche (2015).
Coixet tiene clarísimo cómo filmar la intimidad y ésta ya no
depende de la desnudez ni de siquiera estar en un espacio interior. Presentan
el mismo nivel de intimidad escenas de Florence leyendo en su cama, con el
cabello suelto y enredada entre las mantas, que momentos en los que contempla
el mar como parte de un ritual que la constituye, define y es parte fundamental de su libertad.
Y este acto de alejarse se presenta como una especie de
reconocimiento a los tiempo considerados muertos como son los de la escritura,
la caminata y la contemplación.
Quizás es allí donde reside la debilidad y el valor de la
directora: en exponer las emociones desde las sutilezas, pero con
(innecesarios) subrayados de una banda sonora hermosa pero convencional.
Las actuaciones subrayan los artificiales códigos de una sociedad
tan protocolar como la británica y son los personajes los que se imponen por
sobre el paisaje. Queda claro que en ese pueblo cualquier fuerza de la
naturaleza no podrá nunca por sobre la voluntad de las personas que ahí
residen. Es en un territorio tácito, después de todo, donde se encuentra la
mayor parte de la tensión de esta historia, bajo gestos de cortesía y buena
educación, pero en lo que sucede cuando una persona (y la cámara) abandonan la
habitación.
Año de lanzamiento: 2018
Directora: Isabel Coixet
Guion: Isabel Coixet
Actores: Emily Mortimer, Patricia Clarkson, Bill Nighy.
Calificación: para mayores de 13.
Duración en minutos: 112 minutos.
Valoración: 4 estrellas. Muy buena.
Publicada originalmente en La voz del Interior, edición impresa.
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